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Según la ICF (International Coaching Federation):"El coaching es un proceso de acompañamiento reflexivo y creativo con clientes que les inspira a maximizar su potencial personal y profesional."

Mi definición personal: es una disciplina, un arte, una filosofía, que tiene sus propios métodos, fundamentos, técnicas y procedimientos, que requiere del desarrollo de ciertas competencias y habilidades por parte del coach, para acompañar al cliente (que no paciente) en su proceso de crecimiento y en el camino por alcanzar sus propias metas.

Principalmente en tres aspectos:

1.       Acompañar a una persona u organización a estar mejor, a conseguir algo, un objetivo concreto. Por ejemplo: estar mejor con la pareja, desarrollar la empatía, potenciar las habilidades en el trabajo, etc.

2.       Ofrecer una invitación a explorar el interior del cliente.

3.       Ser un proceso de transformación, de entrenamiento personal y confidencial donde la transformación procede del aprendizaje del cliente y cuyo objetivo es desarrollar su potencial dentro de un marco de conversaciones.

• No es una ideología, sino más bien un método basado en procesos de relaciones humanas que permite trabajar con las personas independientemente de su credo, religión o filosofía.

• No enseña, el cliente aprende y las sesiones se enfocan hacia su autodescubrimiento enmarcándose dentro de los factores motivadores del ser humano como son la autosuperación o autorrealización.

• No aplica coaching si el cliente:

1. … no quiere o no se compromete con el proceso.

2. ... no acepta la ayuda que se le ofrece

3. … presenta patologías previas (en cuyo caso el coach le invita o sugiere buscar el profesional médico adecuado).

• No es un maestro, ni un consejero, ni un mentor, ni un terapeuta. Un coach es un colaborador, una fuente de ánimo y un espejo de la verdad del cliente.

• Se entrega al camino que el propio cliente marca con sus respuestas no existiendo cabida para la interpretación o el juicio y muy poco a la intuición.

• Propone espacios de crecimiento y facilita al cliente el obtener de sí mismo recursos que desconocía que tenía.

• Lo fácil para un coach es dar su opinión, ser directivos. No obstante, un coach profesional nunca va a decir al cliente lo que tiene que hacer porque le importa demasiado y cree firmemente que tiene toda la capacitación necesaria en su interior para conseguir lo que quiere.

• Actualmente es la disciplina relacionada con el crecimiento personal que cuenta con mayor nº de estudios científicos que avalan su influencia, además de la experiencia y observación. Por supuesto no es infalible. ¡Tú éxito depende de ti!

• La responsabilidad del proceso es del cliente, a través de su grado de implicación tanto durante las sesiones como fuera de ellas (mediante la ejecución y desarrollo de sus planes de acción).

• La responsabilidad del coach no es lo que ocurre en la sesión, sino que ocurra la conversación y generar el espacio para ello. El coaching ocurre a pesar del coach e incluso, muchas veces, fuera de las sesiones.

• Se usan herramientas y dinámicas procedentes de distintas disciplinas (filosofía, PNL, consultoría, psicología, etc.) Lo más potente es que todo se desarrolla en un entorno de conversación.

• Se realiza durante sesiones dentro de un proceso (por teléfono, online o presencial) que se van espaciando en el tiempo Las sesiones duran entre 45 y 60 minutos y los procesos entre 3 y 9 meses habitualmente.

• En cada sesión, el coach y el cliente trabajan en el objetivo del cliente, generando opciones y estableciendo un plan de acción para sus próximos pasos.

• Solo se trabaja un objetivo por proceso.

• Elevar la consciencia del ser, el hacer y el tener.

• Motivar, pues reta a que se encuentre la solución por uno mismo.

• Cambiar un enfoque limitante por uno potenciador.

• Aportar mayor claridad de la situación actual y de las opciones existentes.

• Fomentar la creatividad e innovación para encontrar soluciones.

• Generar posibilidades de cambio.

• Fomentar la responsabilidad y el compromiso.

• Ayudar a resolver situaciones de forma positiva.

• Encontrar un modo de gestión adecuado de las emociones.

• Toma de conciencia.

• A no encasillarse en una sola visión de las cosas.

¿Por qué en un proceso de coaching se hacen preguntas en lugar de explicar qué se debe hacer para mejorar, como se hace en las terapias?

• Consigues la atención plena del cliente.

• Al no ser muy común hacer preguntas PODEROSAS (fuera de lugares comunes), consigues aumentar el interés y la implicación del cliente por el proceso.

• Generas sintonía con el cliente, porque te ve como un colaborador neutro.

¿Y esto a qué es debido?

• Todos odiamos que nos digan lo que tenemos que hacer. No aceptamos las críticas (ni siquiera las constructivas). Gracias a las preguntas bien realizadas generamos reflexión y aumentamos la creatividad del cliente.

• Debido a que mostramos interés real por la inquietud del cliente, conseguimos mayor acercamiento que muchas terapias.

• Generamos mayor atención y concentración ya que retamos al cliente a darse una solución respecto de la información analizada.